El post de hoy es un poco distinto a lo que suelo escribir en el blog, dudé mucho sobre si empezar esta tanda de posts o no, porque una cosa es reflexionar en general sobre temas que cualquier persona que sufra una pérdida puede sentir (y sentirse identificado) y otra muy distinta es abrir la puerta de nuestra casa y contar nuestra vida desde dentro.
Pero mi hijo se merece que su historia sea contada. Desde el principio.
Nos enseñó muchas cosas el poco tiempo que pasó con nosotros (6 meses de embarazo y una semana de vida fuera de la tripa) fue un campeón y luchó por conocernos así que como homenaje a su vitalidad (que demostró tanto fuera como dentro de la tripa) con este post comienza la historia de Álvaro (el gran Álvaro que diría su padre).
Seguirá habiendo reflexiones sobre el momento actual por supuesto, pero intercaladas con la historia vital de mi niño, corta pero muy intensa como podréis comprobar.
«El 28 de Mayo de 2016 me hice un test de embarazo porque tenía un leve retraso (en mí nada importante, porque llevaba meses siendo irregular no sé porqué) y aunque yo pensaba que iba a ser negativo, (un desajuste sin más, es imposible «quedarte» a la primera) ya que no tenía síntomas solo mucho sueño los últimos días y la noche anterior que estuve «un poco revuelta» sin más.
Cual no fue mi sorpresa cuándo empece a vislumbrar una segunda rayita en el test…mi marido estaba durmiendo porque era un sábado temprano y le tuve que despertar para cerciorarme de que no estaba viendo visiones, que sí que ahí había dos rayitas y no solo una, tenía un test guardado de clear blue que me habían regalado, que por supuesto no había querido gastar para un negativo, ese era un test muy sofisticado que se guardaba para cuando hubiera posibilidad de positivo.
Pues bien aun alucinada y en shock de las dos rayitas que había en el test normalito y de que no podía haber sido todo tan fácil, decidí hacer también el clear blue no vaya a ser que este cacharro poco sofisticado falle, va a ser que no, el clear blue enseguida mostró en su pantalla «Embarazada 1-2 semanas».
Recuerdo que me senté en el suelo junto a mi marido a asimilar lo que acabábamos de ver porque ni por asomo esperábamos esto tan pronto, tan inmediato, tan enseguida, tan ya!
Yo ese día tenía despedida de soltera (con fiesta en barco incluida) y recuerdo haberle dicho a mi marido que no iba que quería compartir ese primer día de embarazados juntos y solos, pero me «obligó» a ir y la recuerdo como una de las noches más felices de mi vida, mi amiga de la despedida igual pensó que era por ella (que también, lo pasamos genial) pero la realidad es que estaba feliz de que la vida hubiera anidado en mi interior con esa facilidad.»
Álvaro portándose como un campeón desde el principio.
Estelita
Qué bonito! Yo aún recuerdo el grito que pegué en plena calle cuando me enseñaste la foto de las rayotas en el móvil… Y tú SSSSSHHHHHHH porque nos oía todo el barrio de Chopera, jejejej 😉
Siii yo también lo recuerdo, ultimamente recuerdo mucho lo feliz q era estando embarazada, aun no me explico como pudo complicarse todo tanto…