Nuestro bebé era un CIR prematuro de 26+5 semanas pequeñito pero inquieto, pesó 450 gramos al nacer y midió 26 cm, cuando me lo puse en el pecho su antebrazo era el dedo pulgar de mi mano.
A pesar de su prematruridad y bajo peso estaba completamente formado y sano. Evidentemente era muy delicado porque tenía todos los órganos sin madurar, pero todos estaban perfectamente formados, les faltaba únicamente eso, madurar y eso estaban intentando en la incubadora.
Tenía una carita preciosa, era peloncete (demasiado pronto para salirle pelo) con el típico color rosado de los bebés recién nacidos y le pusieron unas gafitas para que sus ojos se acabaran de formar sin molestias externas. Además de por supuesto oxígeno y medicamentos. También la luz de la bilirrubina.
Mi marido le había conocido nada más nacer, pero yo tuve que esperar al día siguiente porque no podía moverme de la cama (solo para ir al baño) y aunque yo me sentía bien y quería bajar a conocerle, las enfermeras me aconsejaron que no, así que le conocí el día 3 de Noviembre a primera hora de la mañana.
Lo que sentí en el momento en que le ví no se puede explicar con palabras, era mi hijo, lo había hecho yo (junto a mi marido evidentemente), por fin ponía cara al que me había estado dando pataditas todos los días. Sentí amor puro, auténtico, de querer cambiarme por él, yo meterme dentro de la incubadora con todos esos cables y que él se quedara fuera sin nada de eso.
Es un amor que supera toda lógica, irracional y desgarrador que te cambia por dentro quieras o no. Siempre lo había oído pero reconozco que dudaba si a mí me pasaría también o cómo viviría yo ese momento, y SÍ ese momentazo existe, pensé que sería más paulatino como cuando lo llevas dentro que el amor cada día crece un poquito más, pero no, con solo una mirada me enamoré de mi hijo a primera vista como supongo que les pasa a todas las mamás, no me creo más especial que nadie ni nada de eso.
Es cierto que cuando está dentro ya lo quieres y no quieres que le pasa nada y ya darías tu vida por él, y te vas enamorando más y más con cada ecografía donde le ves, pero ponerle cara eleva ese sentimiento a la enésima potencia…
Álvaro, nuestro mejor regalo…
Estelita
Estela, soy Isa. Leo tu blog y me emociona mucho. Creo que es una bella manera de tenerle aún más presente y también de ayudar a gente que pueda estar pasando por lo mismo. Me siento muy afortunada por tener a Mario ya conmigo, mi bebé arcoiris, tras la pérdida a la semana 8 de nuestro primer bebé. Sé que no es comparable, pero sí sé lo mucho que sufrimos y lo mucho que aún duele. Me siento muy apenada porque me pongo en vuestro lugar y se me rompe el corazón. Os mando muchos besos y mucha fuerza.
hola estela.como siempre
un blog precioso que me sigue empcionando cada vez que lo leo.escrito con tanto amor ….te mando un besazo enorme
y otro para tu precioso alvaro.
Tuenes un.bonito blog y me siento muy identificada (tristemebte) por tu historia y la de Alvaro. Te mando un fuerte abrazos y besitos al cielo y te invito también a compartir mi historia y la.de mi pequeño Enzo.
https://mamadeunangelito.wordpress.com